LA CULTURA DEL "CARRETE" Y LAS ELECCIONES EN CHILE
TRIUNVIRATO Y “CARRETE” A CONCHO
by Pablo Ardouin Shand / Soltau-Germany, 18.11.2013
La “cultura del carrete” se ha vuelto a manifestar en Chile de manera grotesca.
Esa cultura del carrete que ha infectado mayoritariamente a los jovenes de mi país y a una no menospreciable cantidad de adultos, es lo que más me sorprendió negantivamente, luego de haber visitado Chile más a menudo en los últimos 6 años, de mis 30 en la diáspora en Alemania.
Vivir a concho
Esa cultura del carrete, el vivir el ahora a concho, menospreciando las lecciones del pasado y obviando el mañana, fué tanto el grado de espanto y decepción que produjo en mi, que al fin y al cabo, fué lo que me hizo tomar una decisión dolorosa pero necesaria: desde hace 2 años tomé la firme decisión de por fin, luego de 30 años en Alemania, abandonar el sueño que más parecía pesadilla, de regresar a mi patria. Estuve 30 años de no poder anclar definitivamente pie en este país extraño, siempre con la imagen de un Chile idealizado que al fin y al cabo, solo produjo en mi una profunda pena, frustración y decepción. Es el drama de toda diáspora y los pueblos que la han vivido en la historia de la humanidad, pueden dar testimonio de lo que afirmo.
Decisión
Desde que tomé esa decisión, vivo más tranquilo e intento gozar este país extraño, que ahora menos y ya no tanto.
He ramificado en este país la familia porque aquí nacieron y viven mis hijos, que son los nietos, primos y sobrinos de la familia en Chile, que a su vez son los descendientes de quienes emigraron desde Francia, Escocia y España.
Me apasioné y desde mi escritorio en Alemania, tomé posición por un proyecto y un candidato que reanimó en mi los deseos de comprometerme más con la política en mi país. Confié en que por fin los jovenes de mi patria habían despertado del letargo y habían tenido la valentía de desintoxicarse de 40 años de mentiras y mentiritas o verdades a medias. Me equivoqué, el carrete se los ganó.
Jovenes
50 mil personas, en su inmensa mayoría jovenes, en el cierre de campaña del movimiento “Todos a la Moneda”. El más concurrido acto de todas las contiendas políticas electorales.
“Hoy puede ser un día histórico, donde los jóvenes pueden abrir las puertas de la esperanza, sin la opresión de la deuda y los salarios indecentes”, dijo Marcel Claude, candidato del Partido Humanista, que ha centrado su campaña en los movimientos estudiantiles y las universidades. Pero fué tanta la orgía y la droga letárgica y soñolienta del carrete de 23 años, que el día en que los jovenes tuvieron la oportunidad de dar vuelta la página de la historia, la propia historia que los sume en el carrete, se quedaron en la cama y volvió la apatía y la falta de compromiso moral.
Votación simbólica
En la votación simbólica, denominada “Haz tu voto volar”, para los residentes chilenos en el extranjero, donde participaron 12.486 personas de 105 países, bachelet sacó el 34,9% y en segundo lugar quedó Marcel Claude con un 16,0%, por lo que habría hipoteticamente una segunda vuelta entre ambos abanderados. Qué indica esto, si lo copmparamos con los resultados en Chile? Indica el profundo abismo que existe entre los chilenos de adentro y los de afuera, es decir otra vez el carrete nos separa. Nosotros acá no conocemos ni estamos infectados por la “cultura del carrete”.
Concertación contenta
Mañana continua el “carrete” o esperará hasta el próximo fin de semana. Mientras tanto, no me cabe duda, los de la Concertación deben estar muy contentos por la flojera de los jovenes, confirma el éxito de 20 años de gobiernos que incentivaron la “Cultura del carrete” o por decir lo menos, la toleraron. Se, por confesión impúdica de concertacionistas, que lo que más temían era que los jovenes salieran en masa a votar. Temblaban ante ese fenómeno. Hoy deben estar celebrando su carrete con parrilladas y carnes muertas a las brasas, bañados en litros de tintolios, cervezas y pisco.
Pronósticos
Mi pronóstico para los 4 años de gobierno Bachelet-Concertación?
Lo resumo, con bastante buena voluntad, en 11 puntos:
1.- No habrá asamblea constituyente para cambiar la constitución.
2.- No cambiará nada con las AFP y las ISAPRES
3.- Se seguirán poniendo parches y manitos de pintura a la educación
4.- No cambiará nada en el sistema de salud.
5.- Nada cambiará en la distribuición de la riqueza
6.- El cobre seguirá en en manos extranjeras
7.- El conflicto mapuche seguirá latente y hasta es posible que se agrave y radicalice.
8.- Seguirá el sistema depredador de los recursos naturales y la venta al mejor postor de partes de nuestro territorio a las empresas, industrias y termoelécticas, en contra de la voluntad de los chilenos, en su mayoría, los mismos que votaron por Bachelet.
9.- Las movilizaciones sociales y estudiantiles volverán a llenar las calles del país y la represión y violencia policial y de Estado, hará reventar aún más la ira y la indignación.
10.- El partido comunista, ante esta situación, si llega al final del mandato aún siendo parte del gobierno, perderá gran parte de su militancia o a la mitad del mandato, abandona la coalición.
11.- Seguiré yo, y miles de chilenos, sin derecho a voto.
Hablemos de estas cosas en dos años, que es el tiempo que doy para corroborar o para denostar lo aquí expuesto.
Derrota y pesimismo
Para no caer en la derrota del pesimismo, en la desesperanza debe existir siempre un “consuelo del tonto”, es el que me incita a reconocer que existen islitas en Chile de gente y de jovenes conscientes, combativos, comprometidos y despiertos. Lástima que la mayoría siga durmiendo.
Democracia y cambios
Yo se que muchos dirán ante mis palabras que el triunfo de Bachelet, demuestra la fuerza de la “Democracia” y los deseos de las mayorías de cambiar el pais.
Yo les respondo ante lo primero con asuntos bien mundanos y simples, conocidos y bastante publicitados: no puede existir vedadera democracia bajo un estado que aún se rige por una constitución fraudulenta, pensada y escrita por un facista bajo el régimen militar mas despiadado y asesino de la historia de Chile. No puede existir democracia cuando el estado, como casi único en el mundo, le niega el derecho a voto a sus hijos por vivir en el extranjero. No puede existir democracia verdadera en un país que se ha empeñado en criminalizar la lucha por la justicia y reparación de sus pueblos originarios, los apalea, los asesina, los encarcela y les aplica una ley antiterrorista, pensada y escrita bajo la imposición y hegemonía de un regimen facista. No puede existir democracia en un pais en donde la educación, la salud, los recursos naturales, las comunicaciones, las vías de circulación y hasta el agua se privatizan, porque ninguna de esas atrocidades ha sido consultada a la ciudadanía y en donde más del 80 por ciento de ella está en desacuerdo.
Y ante lo segundo, “cambiar el país”: cómo se puede cambiar el pais con las mismas cúpulas partidistas, los mismo cabecillas políticos, los mismos líderes y ostentadores de poder que gobernaron 20 años, haciendo posible los puntos que se anotan en el párrafo anterior sobre democracia? Se cambia un país con manitos de pintura a lo “maestro chasquilla” o solo se tapan las manchas para que el resto no las vea?
Concertación y Bachelet
Yo no creo en la Concertación, no creo en Bachelet. Es más, detesto su eterna sonrisa y su muletilla indigna “paso”... y detesto a sus financieros criminales y a quienes la adulan: los Angelini, los Lusik, Matte, Edwards Rockefeller, Monsanto, Barrick Gold y toda su corte de apitutados, corruptos y lamebotas y lame bragas y amigotes militares. Detesto los más de 8 millones de dólares de su propaganda al más puro estilo yanki y financiada por los mismos antes mencionados. Y ahórrese el insulto, el que siempre ataca argumentando qué no tengo derecho a criticar lo que pasa en mi país si vivo afuera. Yo le digo, -ya que tiene la frasecita en la punta de la lengua-: es usted el que no tiene derecho a criticarme si no vive afuera.
La rabia
Algunos pensarán que escribo desde la rabia. Claro que si! Pero qué es primero, ¿ la rabia o el descontento? Escribo desde la rabia que produce el descontento y eso se llama rabia positiva. “No te enojes, no te enfades, no grites, no gesticules, no te pongas agresivo, tranquilízate, cálmate”, dice el desánimo conformista y se ha propagado en mi país para acobardar ante la amenaza de tanques frente a La Moneda. Para mi en cambio, es un vital y poderoso instrumento para movilizar y poner en acción mi energía en pos de acciones positivas y constructivas. La ira es parte vital de la evolución, quien no practica ni siente la ira ante la injusticia, no habrá luchado jamás por alimentarse, protegerse, sobrevivir de manera digna. La ira es lo que ha hecho posible el sobrevivir de la raza humana. Así que no tengo empacho en reconocer que en este momento me embarga la rabia, que pasará pronto, convirtiéndose en un aliciente para seguir adelante en una lucha por evitar la muerte celular y el intelecto.
La indignación
La ira produce el movimiento de los “indignados”, un movimiento que sacude España, Grecia, Italia y gran parte de Europa. Sin la ira y la indignación, nadie saldrá a la calle a luchar por sus derechos y la justicia. O usted cree que Gandhi, Mandela y Martin Luther King no sintieron primero indignación, antes de comenzar su lucha con métodos pacíficos por la emancipación y la justicia? Como no sentirse indignado ante lo que se considera injusto? Es humana y fundamentada la ira? Fué la ira y la indignación, al ver las injusticias en su peregrinar en motocicleta por los territorios de nuestra América, la que llevó a Ernesto Che Guevara a eligir el camino de las armas y al mismo tiempo, paradójicamente, lo llevó a proclamar una de las más bellas frases que jamás he escuchado: “La solidaridad es la ternura de los pueblos”.
Así que déjenme a mi, tranquilo con mi irae indignación. Los otros, que se conformen con su circunspección.
Concupiscencia y circunspección
Obviamente podría estar sentado aquí horas escribiendo ejemplos de no democracia y no cambios verdaderos en mi país pero me entra la flojera, el desánimo al saber que muchos de los que critican mi posición, saben perfectamente de lo que hablo...de lo que escribo.
Le falta mucha honestidad y osadía, a muchos en mi país. Es decir, hay mucho circunspecto y mucho concupiscente, para decirlo de manera..... cómo diría?...Circunspecta.
A celebrar chilenos! Ha triunfado el triunvirato y el “carrete” a concho.
Viva Chile mierda!