Mijaíl Jodorkovski vs. Wladimir Putín
by Pablo Ardouin Shand / 26 Dic. 2013
La prensa y los medios, de la mano de
políticos, diplomáticos y organizaciones de derechos humanos occidentales,
celebran la liberación del magnate y ex-monarca petrolero ruso Mijaíl
Jodorkovski, convertido en martir del capitalismo y el libre mercado. El pasado
viernes Jodorkovski fué sorpresivamente amnistiado por el presidente Vladimir
Putin.
Ante esta noticia, celebrada como un triunfo
por los adversarios de Putin, por Europa y USA, habría que agregar que Jodorkovski, fue declarado culpable de delitos económicos y no por su crítica al Kremlin,
como los medios y los políticos occidentales se empeñan en
difundir.
Pero quién es en realidad Mijaíl Jodorkovski y
como logró en poquísimo tiempo, siendo aún un adolescente, hacerse rico y
convertirse en el magnate más poderoso de Rusia?
Jodorkovski era un joven soviético y como tal
llegó a ser funcionario de la Liga de la Juventudes Comunistas. En los años de
la Perestroika fué nombrado director de un club de creación juvenil. Detrás de
este club enrealidad se escondía un negocio de empresa privada que se dedicaba
a la venta de videos, lo que hoy se conoce como “Videoteca”, empresa en la que Jodorkovski
comenzó a hacerse rico. Jodorkovski, de joven lider del proletariado pasó a
convertirse, de la noche a la mañana, en lider de la burguesía y
defensor furioso del libre mercado y el neo-liberalismo. De la venta de videos
pasó a la venta de computadoras en la joven perestroika. Al saberso ya rico y
poderoso, hizo algo más criminal que robar un banco: fundó un banco propio! Con el banco compró a precio ganga la compañía
petrolera Jukos.
Convertido ya en el hombre más rico de Rusia ,
derivó su monopolio en un poder político para catapultarse como el nuevo
Gurú del libre mercado y hacer la guerra a Putin, rompiendo el código de
conducta establecido por el gobierno, en el sentido de autorizar a los nuevos
oligarcas que se hicieron ricos en la Perestroika, a mantener sus activos mal
habidos, si se mantenían ajenos a la política para salvaguardar la
estabililidad social y política del país. Jodorkovski, se enfrentó a Putin,
convirtiéndose en su más enconado enemigo y con dineros mal habidos de su
monopolio, financió a partidos y políticos de la oposición.
Y no es que Putin quisiera abolir el
capitalismo, más bién Putín pretendía defender la soberanía estratégica del pais,
manteniendo las empresas de gas y petróleo en manos del Estado, asunto que Jodorkovski
había amenazado, intentando pasar a poder de empresas extranjeras las riquezas
estratégicas de Rusia, traspasando partes de su inmenso imperio a la empresa
estadounidense Chevron. Con esto Jodorkovski establecía un peligroso
precedente, instaurar un sistema depredador de la mano de un modelo de
capitalismo salvaje, quitando al Estado ruso el control sobre sus recursos y
empresas estatales.
De joven comunista a capitalista depredador,
fué juzgado por evasión de impuestos y maniobras sucias contadichas con la ley,
encontrado culpable y condenado a Carcel.
Pasó diez años encarcelado
sin perder su estatus de millonario, hasta que fué amnistiado por Putin.
Obviamente su condena escondía también motivos
políticos. La diferencia con los otros oligarcas, que no usufructuaron
suciamente de la caída del Imperio ruso para convertirse en magnates, es que
ellos no rompieron con el contatro tácito de no inmiscuirse en los asuntos del
estado y la política, con el fin de hacer tambalear el poder estatal. Si no
fuera por eso, los barones ladrones rusos estarían hace rato ya en la carcel.
Jodorkovski, fué condenado por delitos económicos comprobados y por romper la prohibición de
utilizar el poder de su imperio para usufructuar de la política. Algo que según
mi parecer, debería estar prohibido en cualquier sistema democrático.
Así que pueden seguir celebrando los medios y
los políticos occidentales, la pregunta es si celebrarían de la misma manera si
un magnate europeo, evadiendo impuestos y con maniobras suciasy reñidas
con la ley, intentara poner en entredicho el modelo y hacer peligrar el poder
del Estado, sin ser llevado a tribunal alguno ni purgar su delito en la carcel.